Guamasa, El Ortigal y Los Rodeos, Valle Tabares y Valle Jiménez son una muestra de la historia rural de San Cristóbal de La Laguna, donde la oferta gastronómica, la cultura vinícola y el cultivo de cereales forman parte de la naturaleza de sus gentes.
El Ortigal como Guamasa han sido desde la época prehispánica una zona de gran riqueza agrícola y ganadera: trigo, chochos (altramuces), árboles frutales, papas, verduras, vacas, cabras, ovejas, etc. Hoy día aunque ha disminuido la producción, la zona continúa manteniendo su carácter ancestral y no es extraño cruzarse con gente a caballo.
Un lugar destacado en Guamasa es el paseo de Las Acacias, muy cerca de la bajada del Boquerón, es una senda empredada y peatonal que en buena parte de su recorrido coexiste con el tráfico viario.
Una de las tradiciones que más enorgullece a los lugareños es el deporte vernáculo “La Lucha Canaria” que en la zona tiene una tradición de casi siete décadas. Desde el punto de vista gastronómico la oferta es amplia y variada, encontrándose desde los típicos guachinches hasta los más exquisitos restaurantes.
Las fiestas más importantes en El Ortigal son en honor a Santa Ana y a la Milagrosa, mientras en Guamasa son en junio, la Romería en honor a San Isidro Labrador para agradecer los frutos de la cosecha, y en septiembre, la Romería en honor a Santa Rosa de Lima. Los Rodeos, por su parte, también es conocido como el granero de Tenerife. Situado a cinco kilómetros al suroeste del centro de San Cristóbal de La Laguna, su paisaje queda marcado por las amplias llanuras en las que cultivan cereales. La utilización de estas tierras para su uso agrícola data desde la época de la conquista y, aunque la superficie cultivada ha disminuido notablemente en los últimos 20 años, aún se mantienen activas más de 230 hectáreas.